Como el consumo habitual del cigarrillo es el síntoma antecedente de casi el 95% del cáncer pulmonar y, además, está presente en otras importantes enfermedades bronquiales, cardiacas, vesicales, etc. Es importante exponer algo acerca de la dependencia, ligada a lo emocional, que hace que, el “uso social”, despreocupado, que se le da al cigarrillo, en un primer momento por curiosidad o porque “lo hace todo el mundo“, se convierta en un acto repetitivo, impulsivo, casi imposible de evitar en la mayoría de los fumadores.

El empleo repetitivo de una sustancia puede condicionar a un sujeto a habituarse a ella; más todavía si ésta le provoca un efecto estimulante, haciendo que las situaciones se vuelvan más tolerables. Esto se debe a que se produce un desplazamiento de la tensión y de la atención a dicha sustancia, en este caso el cigarrillo, lo que permite ocultar los temores y ansiedades y se constituye en un sedante parcial para el consumidor.