Con el descubrimiento de las bacterias como agentes de enfermedades por Pasteur en 1861, los médicos y cirujanos del Aparato Digestivo se dedicaron con entusiasmo variable a relacionar algún agente infeccioso con las enfermedades benignas y malignas del estómago.

Es así como diversos investigadores como Letulle en 1988 quien comenzó a relacionar la contaminación bacteriana con la ulcera gástrica y de hecho la consiguió en cobayos. A comienzos del siglo XX Kreinitz encontró bacterias espirales en casos de gastritis.

Pasaron cerca de 50 años en los cuales se tenía inclusive las clasificaciones de gastritis y enfermedad ulcerosa, hasta que Marshall y Warren en 1982 descubren por primera vez el Campilobacter Pylori como agente patógeno directo de la mucosa del estómago, y en 1989, Goodwin la denomina Helicobacter Pylori que es como se conoce en la actualidad al principal agente productor de gastritis, úlcera duodenal y gástrica y su importancia como cofactor de adenocarcinoma gástrico básicamente en su variedad intestinal.